jueves, 13 de septiembre de 2012

Ecuador, en la retina del Mundo


Ecuador: una palabra que hace poco aparecía en los titulares de los diarios más importantes de todo el mundo, al convertirse en el  escenario del polémico asilo a Julian Assange, creador de Wikileaks; sin embargo, fuera de los análisis políticos y morales que pudieran plantearse frente a esta situación, cabe realizar un concienzudo diagnóstico del panorama comunicacional y cómo el Presidente Rafael Correa y su equipo de asesores, aprovecharon este “golpe de suerte”.




Rafael Correa, actual presidente del Ecuador, goza de gran popularidad entre sus seguidores y opositores, siempre mostrándose como lo contrario a “lo mismo de siempre”. En sus inicios ya hizo noticia con su renuncia al cargo de Ministro de Finanzas en el Gobierno del ex presidente Alfredo Palacio, por no estar de acuerdo con la política financiera de ese entonces; para luego incursionar de a poco en la política del país, crear su propio movimiento político (Alianza País) y convertirse en el presidente de mayor aceptación popular de los últimos tiempos, culminando con un periodo marcado por los golpes de estado y desestabilidad. 

El Presidente Correa se ha mostrado carismático y cercano al pueblo, ha implementado una política comunicacional con bases firmes,  es así que su asesor de comunicación tiene rango de ministro estado, y por primera vez, en la historia del Ecuador, se creó una Secretaría de Comunicación (SECOM), con un amplio contingente humano que se encargan de mantenerlo enterado de todo cuanto acontece en su país, y a su vez, retroalimentar a la población.
Se ha planteado debatir todo y mostrarse como una persona frontal, que no se atemoriza de nada ni de nadie. Tiene el beneficio de su credibilidad, reputación bien trabajada y aleccionada, que utiliza todos los sábados para reunir un considerable número  de gente en un coliseo o plaza pública  y hablar, hablar y hablar un poco más, en contra de lo que él llama “la prensa corrupta”.
 Dentro de estos espacios que son transmitidos en vivo por canales del Estado, y otros muchos más tanto de radio como televisión, gestión que cabe recalcar es de su departamento de Relaciones Públicas, pues consigue que varios medios sin cobrar un centavo retransmitan 4 horas de una cadena estatal, aunque obviamente la expectativa es ser retribuidos con la contratación de espacios con la publicidad gubernamental durante el resto de la semana, el mes y el año. No parece un mal negocio.

La guerra entre medios de comunicación en contra del Estado y sus medios oficiales, la continua desacreditación de sus opositores, a nivel internacional es un régimen que promueve el Socialismo del Siglo XXI opuesto al gobierno capitalista y monopolista  anglosajon, sus tratos con países como Irán, Venezuela y China, todos estos antecedentes parecen indicar que la estrategia planteada es la del protagonista y el antagonista, los héroes y los villanos de la historia, y entre ellos un buen coprotoganista la Secretaría de Comunicación. Por un momento la oposición cantó ¡victoria!

El Presidente Correa derepente se vio inmerso en un juicio en contra de Emilio Palacio, un editorialista de Diario el Universo, demanda que fue interpuesta por injurias calumniosas, pero el más calumniado en realidad fue el mismo Rafael Correa, por toda la opinión internacional por atentado a la libertad de expresión y hasta la CIDH intervino, cuando el dictamen le salió favorable y tuvo que perdonarle los 40 millones que le había ganado.
El panorama siguió con nubes grises cuando se desató un escándalo de narcotráfico dentro de una valija diplomática, que les dio de comer por varios meses a los políticos de oposición y a los medios de comunicación, y como estos son tiempos de campaña adelantada todos quieren pescar a río revuelto.

La campaña de desprestigio del gobierno ha sido marcada también por tratar de asociar la inseguridad con refugiados que llegan de otros países para albergarse en el nuestro y se ha generalizado demasiado diciendo que crímenes y bandas organizadas son conformadas en su mayoría o totalidad por extranjeros.

Y es allí cuando aparece en escena Julián Assange, solicitando a la pequeña nación ecuatoriana, asilo diplomático. Desconozco desde cuando se realizaron los acercamientos o si fue programada esta petición, ¿cómo se le ocurrió “Ecuador” a Assange? Quizá varias personas en el mundo escucharon por primera vez ese nombre y buscaron en Google: ECUADOR
Y si fue un golpe de suerte no lo sé, me imagino a Julián con una esfera del mundo giratoria, cerrando los ojos y donde se detenga el dedo índice “allá voy”, pero lo importante es como esta oportunidad fue bien concebida desde el sistema de comunicación estatal y como dio se tornó en una vuelta de 180 grados del pensamiento y la proyección del Presidente Rafael Correa al interior del país e internacionalmente.

La estrategia: Los discursos fueron claros y fáciles de asimilar: “El Ecuador es un país que acoge refugiados, Ecuador es un país de libertad de expresión, Soberanía eso es Ecuador, no le tenemos miedo a nadie.” La investigación de los medios oficiales ha sido fuerte y ha generado titulares más llamativos y contenidos más interesantes, que han sido utilizados por los otros medios para sus investigaciones y reportajes. Eso le ha dado como resultado al Presidente ecuatoriano más credibilidad, más popularidad dentro y fuera del territorio y nos ha puesto en la boca de la comunidad internacional. El balance de esta historia tiene un ganador y su arma es la comunicación.

Lic. Bruna Salamea Vintimilla
Agosto, 2012
Cuenca, Ecuador


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